jueves, 12 de abril de 2018

Capítulo 3: Haz lo que quieras


Todo esto tiene que ver con la cuestión de la libertad, que es el asunto del que se ocupa propiamente la ética. Libertad es poder decir si o no; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o lo demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y no lo quiero. Libertad es decidir, y darte cuenta de que estas decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar. 

Nunca una acción es buena sólo por se una orden, una costumbre o un capricho. Nadie puede ser libre en mi lugar, es decir: nadie puede dispensarme de elegir y de buscar por si mismo. Luego hay que hacerse adulto, es decir, capaz de inventar en cierto modo la propia vida y no simplemente de vivir la que otros han inventado para uno. 

Resultado de imagen para si o noSoy en el buen sentido de la palabra bueno Se refiere a que, en muchos casos, llamarle a uno bueno no indica mas que docilidad, tendencia a no llevar la contraria o a no causar problemas; para otros bueno… significa ser resignado y paciente, pero otros llamarán bueno a la persona emprendedora, original, que no se acobarda a la hora de decir lo que piensa aunque pueda molestar a alguien. 

No es sencillo decir cuando un ser humano es bueno, porque cuando se considera a los humanos en general, la cosa no está tan clara, porque no hay un único reglamento para ser buen humano ni el hombre es instrumento para conseguir nada. Uno es bueno a su modo y depende de las intenciones que muevan a cada uno. 



Pero si ya hemos dicho que ni órdenes, ni costumbres ni caprichos bastan para guiarnos en esto de la ética y ahora resulta que no hay un claro reglamente que enseñe a ser hombre bueno y a funcionar siempre como tal.  

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